¡Cuántas veces contemplándote,
has dejado caer tus ramas,
dulces, delicadas
arropándome en tus manos!.
Hojas largas, en hileras,
una tras otra,
como lágrimas de perlas
que caen sobre mi.
Te llaman sauce llorón,
¿como hacerles comprender,
que es cobijo lo que ofreces,
a las penas de almas,
que se sientan a tu lado,
contándote las angustias?.
Es majestuoso contemplar,
el movimiento de tus ramas,
tus hojas forman un baile mágico
cuando el viento mece sobre ti,
vaivén que viene y va,
formando una sonata angelical,
Sauce, viendo tu danza
uno se siente en calma y feliz.
Sosiegas
al más violento,
mirarte
es un privilegio,
calmas
angustias inmensas,
alejarse de ti es un sacrilegio.
Produces
sensaciones, dulces, intensas
mi
interior sale a conversar contigo,
rompo viejos moldes,
dejo por fin compartir un éxtasis
más allá de lo ordinario.
Sublimo la máxima entrega de dos cuerpos,
una dimensión muy elevada,
rompiendo barreras,
mi cuerpo caliente,
tu tronco áspero y frío.
mis pies no se llenan de barro,
mi corazón sangra impetuoso,
con el tuyo cuando está herido.
Culminará en un acto,
de entrega y posesión,
bellamente placentero,
¡Mi querido, Sauce Llorón!
@ Katy Domínguez Gómez