CALMA EN EL MAR DE MI ALMA

 

Las horas azules de ensueño,

Traspasan la brisa de la mañana,

Siendo la caricia de mis pesares,

Y alentando las horas de mi vuelo.

 

Soy como una navecilla pequeña,

Que me conduce con una vela blanca,

Tierna paloma perdida en el cielo,

Que  viene a posarse a mi alma.

 

Surcando el mar inmenso,

Dejando estelas humildes

Rizadas como la bella flor de la orquídea

Perfumada con aroma no olvidada.

 

Mi barquilla en la cumbre de las olas,

El cantar del mar con su rugido,

Mi corazón entona los sonidos,

¡Ay paz!.

 

Paz, que busco continuamente,

Dando a mi alma las alegrías,

Con aroma que traiciona mi secreto,

Envolviéndome en una dulce melodía.

 

Es natural que una rosa

Lleve espinas en su tallo,

Amándolas porque forma parte de ella.  

@ Katy Domínguez Gómez